SIMÓN DELGADO. Nacido en Tamaimo, (Tenerife). Cursó el bachillerato en la Universidad Laboral de La Laguna. Estudió Filosofía y Psicología en Madrid. Comienza los doce años en los grupos escolares Tabona y Sombras de Tenerife. Estudió interpretación teatral con la actriz argentina Zulema Katz en Madrid. Y fue miembro fundador del Centro de Investigación Teatral "Cuarta Pared", donde se formó en Dirección y Pedagogía teatral con el director A. Ruggiero, del que fue ayudante entre los años 1983 y 1991. Impartió clases de interpretación en la "Cuarta Pared" y fue profesor ayudante de la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid. Asimismo, trabajó como ayudante de dirección y productor, respectivamente, en las obras Caballito del diablo, (Circulo de Bellas Artes, Madrid, 1984) y Ello dispara, (Teatro Español, Madrid, 1991). Ambas del autor leonés Fermín Cabal. Entre 1985 y 1990 dirigió diferentes creaciones colectivas en la Sala Cuarta Pared: Bar es, ¿cuela?, Sueño con caballos, Después de la curva, Teniendo lugar, Ayer fue ayer y La habitación oscura de Tennesse Williams. En 2010 estrenó en la Sala Borja de Valladolid su obra De la Zeca a la Meca. Interpretada por el grupo Incola-Teatro Intercultural, del que es director y fundador. Participó con dicha obra en el Festival de Teatro Alternativo de la Comunidad de Madrid 2011. Ha ganado el premio de poesía AEFLA, 2010 y el Memorial Florencio Segura de la Universidad Comillas, Madrid en 2009 y 2010. Actualmente vive en Valladolid, donde trabaja en proyectos de teatro intercultural e imparte clases de interpretación.
La residencia de personas mayores Virgen del Prado está ubicada en un lugar inhóspito, sin comunicación con el exterior y, recibe, por lo general, pocas visitas. Es un caldo de cultivo donde se dan situaciones extrañas y, a la vez, cargadas de mucha humanidad. Generalmente solo las personas mayores y los que allí trabajan saben lo que se cuece dentro de sus cuatro paredes. A pesar del deterioro físico que supone la vejez en su interior ellos guardan la juventud. El alma no tiene edad. Mantienen los recuerdos, la ilusión, la esperanza, la rebeldía. Son personas y, por lo tanto, tienen vida. Los mayores primero, intenta, con algunas chispas de humor e ironía, presentar diferentes situaciones cotidianas de un centro geriátrico. Cómo es el día a día allí. Es una historia del otro lado. De esos lugares a los que no solemos asomarnos. Cada vez se escriben más obras de teatro que tienen como tema central el mundo de las personas ancianas. Los mayores primero se suma a esta tendencia. Quiere recordarnos que, aunque no los veamos, ellos también existen.