La modesta calle del Perdâon es una pequeäna vâia de Marrakech y es en ella donde crece la narradora de esta historia, Hayat ( (S0 (Bla vida (S1 (B, en âarabe). El barrio es pobre y en âel solo prospera la mezquindad, como si fuera una jungla sâordida, algo que Hayat sufre en primera persona: todo el mundo hace comentarios envenenados sobre su cabello rubio, su madre no oculta su vergèuenza y su padre siempre la mira con gesto endiablado. Aunque todas estas dificultades deberâian haber hecho mella en esta niäna, la vida acaba siendo indestructible. Hayat se escapa de casa y conoce a Mamyta, la bailarina oriental mâas importante del reino, una especie de geisha de Marrakech. Una mujer tan denigrada como admirada que es supuestamente libre en un paâis anclado en el tabâu y la prohibiciâon y que estâa presente en todos los festejos y celebraciones religiosas, pero tambiâen en los cabarets populares mâas desconocidos. Hayat descubre junto a ella que con el canto y el baile se puede hacer desaparecer la melancolâia, volver locos a los hombres, imponer la gracia a la hostilidad y, a fin de cuentas, forjarse un destino propio.
Mahi Binebine nació en Marrakech en 1959. Estudió Matemáticas en París pero más tarde decidió dedicarse a la pintura, la escultura y la literatura. Algunas de sus obras forman parte de la colección permanente del Museo Guggenheim de Nueva York, ciudad en la que residió durante varios años. La detención de su hermano Aziz por su participación junto a un grupo de jóvenes oficiales en el fallido golpe de Estado contra el rey Hasán II y su brutal encarcelamiento le marcaron profundamente.
Su primera novela, Le Sommeil de l'esclave (El sueño del esclavo), fue galardonada con el Prix Méditerranée. La siguieron Les Funérailles du lait (Los funerales de la leche), L'Ombre du poète (La sombra del poeta), La patera, Polen (Premio de la Amistad Franco-Árabe), Terre d'ombre brûlée (Tierra de la sombra quemada), Las historias de Marrakech, Los caballos de Dios y Le Seigneur vous le rendra (El Señor te recompensará). Galardonada con el Premio de Novela Árabe en 2010, Los caballos de Dios fue llevada al cine por el director Nabil Ayouch, y la película fue premiada con la Espiga de Oro de la 57 edición de la Semana Internacional del Cine de Valladolid y el Premio François-Chalais del Festival de Cannes.