El doctor Thomas Cowan ha estudiado y escrito sobre numerosas temáticas del ámbito de la medicina, entre ellas nutrición, homeopatía, medicina antroposófica y medicina herbaria. El doctor Cowan ha sido vicepresidente de la Asociación de Médicos para la Medicina Antroposófica y miembro fundador de la Fundación Weston A. Price. También es autor de varios libros y escribe la columna "Pregúntale al doctor" en Wise Traditions in Food, Farming, and the Healing Arts. Ha impartido conferencias en Estados Unidos y Canadá y ha cofundado dos empresas familiares, Dr. Cowan's Garden (drcowansgarden.com) y Human Heart, Cosmic Heart (humanheartcosmicheart.com). Tiene tres hijos adultos y actualmente ejerce la medicina en San Francisco, donde reside con su esposa, Lynda Smith.
Este libro ofrece una innovadora mirada al papel del agua en los organismos vivos y nos acerca a la respuesta al enigma de la etiología, la terapia y el tratamiento del cáncer. En 1971 el presidente Nixon "declaró" la guerra al cáncer. Inicialmente, la investigación se centró en la genética.
Cincuenta años después los diagnósticos siguen al alza y las opciones de tratamiento siguen siendo prácticamente las mismas: cirugía, radiación y quimioterapia. Con tantas vidas en juego, ¿es de extrañar que la gente esté recurriendo cada vez más a los enfoques alternativos? ¿No vale la pena que nos planteemos que podríamos estar buscando en el lugar equivocado? En caso de que valga la pena -y el doctor Cowan cree firmemente que así es-, debemos replantearnos qué es el cáncer y qué es la vida.
En este fascinante libro, se exponen y argumentan los nuevos descubrimientos que apuntan a que la causa principal del cáncer es la disfunción metabólica que deteriora el agua estructurada que forma la base de la salud citoplasmática y, por lo tanto, celular. El cáncer y la nueva biología del agua es una súplica apasionada de un médico para que los tratamientos prometedores expuestos en estas páginas logren el interés y la inversión necesarios para que finalmente puedan llegar a los pacientes. Si queremos ganar la guerra al cáncer de manera definitiva, es hora de cambiar de estrategia.