Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la producción mundial de setas fue de 3,4 millones de toneladas en 2007, lo que supone un aumento de la producción de aproximadamente el 56% con respecto a 1997. La mayoría de las variedades de setas que se utilizan para el consumo humano pertenecen a la familia Agaricaceae de la clase basidiomycetes (Srivastava y Kumar, 2002). Los hongos comestibles ocupan un lugar central entre los organismos inferiores. Los hongos son un tipo simple de vida vegetal que no contiene suficiente clorofila, por lo que no pueden preparar su propio alimento. Dependen de la materia orgánica y de las plantas muertas. Los hongos con forma de paraguas son los más frecuentes y tienen un pileus (sombrero) y un stipe (tallo). En algunas especies hay además una volva (copa), mientras que algunas son como copas flexibles y otras parecen pelotas de golf. Algunas son como corales o tienen forma de pequeños palos. Algunas son como globos gelatinosos de color naranja o amarillo y otras son muy parecidas a la oreja humana. De hecho, existen innumerables variedades de setas en la Tierra.
Majid Majeed es profesional de la alimentación y estudiante de doctorado en China.