Ella no tiene muchos amigos. De hecho, ella no tiene ningún amigo. Ella se siente sola, hasta que un día descubre un monstruo, o el monstruo la descubre a ella. Desde ese momento no se separan: el monstruo la protege de la soledad, de la tristeza y de los miedos. Esta es la historia de una amistad entre un monstruo hecho de nubes y una niña. Juntos deberán enfrentarse a la soledad y a otros miedos. En el camino, se encontrarán con un perro negro de ojos miel que ladra a medianoche, un niño grande que hace llorar a los otros, una niña rubia cuya sombra cambia de forma. Ser niña no es sencillo, pero tener un monstruo de nubes hace que todo sea más fácil... bueno, casi todo. Este libro, aunque tiene un monstruo, no es de miedo.