Este relato simbólico narra las vidas de Charlotte y Jack, dos de las miles de víctimas de la intolerancia religiosa, quienes huyendo de la intransigencia que reina en sus planetas natales, llegan a una región acosada por fantasmas. Los guerreros fantasmas representan los errores y recuerdos de un pasado doloroso. Las culpas y las pérdidas, convertidas en obsesión, toman la forma de fantasmas interiores que crean un mundo amenazador que empuja a la muerte.
Frente a las pérdidas, ni siquiera un taxidermista, que diseca y guarda un evento pasado, puede dar vida a lo que ya ha dejado de ser. Sólo la fantasía ofrece un refugio ante la destrucción caprichosa de la muerte. Tratando de permanecer a cualquier precio en el mundo irreal de los recuerdos, la mente se torna borrosa, distorsionada y se convierte en una trampa.